Introducción Comunicación Científica. Tarea 4.1. Entrevista José Ramón Alonso
(Foto: Agenda (kutxa.eus))
José Ramón Alonso es Doctor por
la Universidad de Salamanca. Actualmente es Catedrático de Biología Celular y
Director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neuroreparación del
Instituto de Neurociencias de Castilla y León. Ha escrito 41 libros y más de
150 artículos científicos. Ha realizado labores de investigación como
investigador postdoctoral y profesor visitante en Universidades de Alemania y Estados
Unidos. Además de su trabajo como docente e investigador ha realizado un
extenso trabajo en divulgación. Escribe frecuentemente en su blog Neurociencia,
en la prensa española, participa en programas de radios y también tiene su propio
podcast: Ciencia sin
gaseosa on Podimo. Es Doctor honoris causa por la Universidad Mayor,
Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca (Bolivia), Universidad
Simón Bolívar de Barranquilla (Colombia) y por la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos de Lima (Perú).
Escribe libros, relatos, tiene un blog (Neurociencia
con José Ramón Alonso. Tú eres tu cerebro (jralonso.es), da conferencias, ha hecho un
podcast etc. ¿Como comenzó a divulgar?
Me gusta mucho escribir, siempre
me ha gustado. Hubo un tiempo en el que tenía una columna en un periódico local
de Salamanca. Era un formato muy restringido: tienes un tamaño determinado y una
frecuencia determinada. Hablando con un amigo me comentó porque no hacía un
blog donde podría publicar artículos con la extensión y la frecuencia que quisiera.
Pedí ayuda a otro amigo informático para que me enseñase un poco como
funcionaba esto y abrí el blog. Y ese fue el principio de todo. Del blog han
salido muchos de los libros, han salido también los contactos en la radio y el
podcast. Yo creo que actualmente hay una demanda importante de contenidos en
distintos medios.
¿De los distintos canales de divulgación cuál es el que
más le gusta o con el que se siente más cómodo?
Lo que más hago es escribir, me
gusta mucho. Esos escritos los puedes volcar en distintos canales. Pero no sé
dibujar, no soy bueno con imágenes. Sin embargo, escribir siempre me ha
gustado.
Además de toda su labor divulgadora, como catedrático
en la Universidad de Salamanca imparte clases y dirige un grupo de
investigación. ¿De todas estas labores cuál es la que le aporta mayor satisfacción?
La docencia es muy bonita, me
gusta mucho. Pero hoy estoy cansado, esta mañana tenía 4 horas de clase. Tengo 240
alumnos y no es lo mismo que cuando estás en un máster. Este año por ejemplo,
tenía una asignatura con un grupo muy pequeño, lo que posibilita interaccionar
mucho con ellos. También doy clase a alumnos de primero lo cuál me parece muy
importante porque es su primer contacto con la universidad. Pero por otro lado
tienen un nivel muy heterogéneo y es complejo. Tengo la sensación que en el
mundo académico muchas veces las mayores satisfacciones vienen del ámbito de la
docencia aunque siempre es considerada
la hermana pobre frente a la investigación.
¿Como se organiza para poder realizar todos estos
trabajos?
Siempre me ha cundido mucho porque
aprovecho mucho los huecos. Por ejemplo, esta mañana entre las clases tenía una
hora libre y he estado escribiendo un artículo. Yo creo que esos ratos sueltos
suman muchas horas al mes, y luego también te vas volviendo más habilidoso. Me
pasa por ejemplo, que cuando estoy leyendo, de repente, leo algún detalle que dices
aquí tengo una historia de las que a mí me gustan. Y a partir de ahí es ir
buscando información e ir montando la historia. Pero es verdad que con la
experiencia te vuelves más hábil y práctico.
En cuanto a su labor investigadora se centra en la
plasticidad neuronal. ¿Nos podría explicar cuál es su línea de investigación?
Yo llevo muchos años trabajando
en plasticidad neuronal. La plasticidad es la capacidad que tiene el cerebro de
responder a distintas cosas, la flexibilidad que tiene. Lo interesante es que
parte de esa flexibilidad es de nacimiento, es decir, el cerebro está preparado
para cambiar y cambia a lo largo de toda nuestra vida. Yo empecé trabajando con
el sistema olfativo que me encanta porque tiene cosas muy especiales. Cambiamos
los receptores constantemente, esos receptores mandan los axones al cerebro, al
bulbo olfativo. Esto implica que están llegando nuevos axones constantemente y
los circuitos se reconstruyen. Las conexiones son perfectas. Si tú has olido
rosas y hace un año que no te regalan rosas resulta que ya no quedan ninguno de
esos receptores olfativos. Pero si lo vuelves a oler reconoces ese olor porque
el circuito contacta con el mismo sitio.
También es uno de los pocos
sitios donde llegan neuronas nuevas en los adultos, por lo tanto, tiene esa
capacidad intrínseca que me interesa mucho. Ahora mismo estamos estudiando la
neurodegeneración en ratones. En el
proceso de neurodegeneración se mueren parte de las neuronas y sabemos que
neuronas van a morir y cuando. Entonces podemos estudiar cómo es la muerte, qué
es lo que está pasando, qué cambios se dan. También estamos estudiando si lo podemos
ralentizar, parar o incluso revertir. En los últimos años nuestra investigación
se ha centrado en explorar distintas estrategias, como el empleo de células
madres o sustancias neuroprotectoras para ver si podemos ralentizar o parar ese
proceso de neurodegeneración o ver si es posible sustituir las neuronas que se
han perdido con otras neuronas.
Ha realizado estancias en universidades de Alemania y
Estados Unidos, entre otros, ¿Que cree que le ha aportado haber investigado en
otros centros?
Yo lo recuerdo como una época muy
feliz, es un momento en el que ya tienes una buena base y sabes lo que quieres.
También diría que he sido muy afortunado con los jefes que he tenido. Aprendí
muchísimo, conoces otra cultura, otro idioma, y tienes la oportunidad de hacer
cosas muy bonitas. Estás libre de tantas reuniones y comisiones por lo que es
una etapa muy creativa, puedes investigar lo que sueñas. Lo recuerdo como una
época muy bonita de la vida, tanto a nivel personal como profesional.
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