Introducción a la Microbiología. Ejercicio 5. Búsqueda de documentación y redacción texto


Enfermedades infecciosas asociadas con las actividades lúdicas y las profesiones relacionadas con el agua: nadadores, pescadores, fontaneros, arroceros, poceros, etc.

El agua cristalina de una piscina puede parecer inocua y saludable pero debajo de la superficie se pueden encontrar multitud de virus, bacterias y parásitos acechando a los bañistas.

Todos estos microbios llegan a la piscina mediante personas que tienen algunos de estos microbios. El agua de la piscina arrastra estos microbios de la piel de las personas infectadas y los bañistas que ingieren el agua pueden contagiarse. Ningún adulto ingiere agua de forma voluntaria pero algunos estudios han mostrado que durante una sesión de 45 minutos de natación se puede llegar a ingerir de media hasta 40 mililitros.

El agua de las piscinas se suele clorar para evitar que los microbios proliferen. Para ello se suelen emplear normalmente sales de hipoclorito que una vez disueltas en el agua generan ácido hipoclórico que es un oxidante muy fuerte. Este compuesto es el responsable de matar algunos de los microbios, aunque hay diversas teorías sobre su mecanismo.

                                             

El cloro no mata instantáneamente a los microbios, por ejemplo en el caso de la bacteria  Escherichia coli en menos de un minuto  habrá muerto, pero por ejemplo el Cryptosporidium necesita 10 días para morir por el cloro. Por lo tanto, hay microbios que pueden sobrevivir durante días en aguas tratadas adecuadamente.  

                                                  

A continuación, se describen algunas de las enfermedades que se pueden contraer en la piscina.

                                          

Uno de los microbios que nos podemos encontrar es el Cryptosporidium, este parásito está protegido por una capa externa lo que le ayuda a sobrevivir largos tiempos fuera de los animales o humanos y lo convierte en muy resistente al cloro. Los síntomas suelen ser dolor estomacal, deshidratación, diarrea o náuseas. Es suficiente con ingerir 10 crypto gérmenes para contagiarse.

La bacteria Legionella también se suele encontrar en las piscinas, pueden dar lugar a dos enfermedades: la enfermedad del legionario con síntomas como tos, fiebre, dolores musculares o fiebre.  La otra enfermedad es la fiebre Pontiac que es más leve que la enfermedad del legionario.

En el caso del norovirus, las personas que han estado en contacto con el virus desarrollan los primeros síntomas entre los primeros 1-2 días. Los síntomas suelen ser náusea, dolor estomacal, o diarrea. Tan solo unas partículas son suficientes para infectarse.

La bacteria Shigella causa la infección shigelosis. Los síntomas son similares a las otras enfermedades descritas con fiebre, dolor estomacal o diarrea. Los síntomas aparecen en 1-2 días y las personas enfermas se recuperan en general sin necesidad de antibióticos. Con una péquela cantidad de este germen es suficiente para infectarse.

Eschericihia coli es una bacteria que se suele encontrar en el medio ambiente, en comida o en los intestinos de animales y personas. La mayoría de las variantes de E coli son inofensivas, pero algunas pueden causar diarrea, infecciones del tracto urinario, o enfermedades respiratorias.

Giardia es un pequeño parásito que causa la enfermedad giardisis. Se puede encontrar en la tierra, en la comida o en el agua contaminada con personas o animales infectados. Es una enfermedad que se transmite rápidamente, las personas que se enferman con este parásito suelen infectarse bebiendo agua contaminada como piscinas, lagos o ríos.


Además de las enfermedades que se pueden contraer en la piscina, hay otras enfermedades que suelen aparecer habitualmente entre algunos trabajadores que están en contacto con el agua. A modo de ejemplo a continuación se describe el caso de los pescadores. Normalmente las enfermedades se deben a lesiones cutáneas provocadas por infecciones, alergias o mordeduras. Los pescadores suelen sufrir pinchazos de los pescados o de los alambres de los cabos. La infección se suele deber a restos biológicos de los peces. La arena y la sal seca puede provocar rozaduras y abrasiones en la piel que pueden llegar a infectarse provocando furúnculos. En el caso de destripar bacalaos la arena contenida en su estómago puede generar abrasiones que se pueden infectar. También se pueden dar infecciones bacterianas como el caso de la bacteria Erysipelothrix rhusiopathiae o la Mycobacterium marinum.


Referencias

What’s in your swimming pool? - Curious (science.org.au)

Recreational Water Illnesses | Healthy Swimming | Healthy Water | CDC




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