Bioquímica de la vida cotidiana Tarea 7.1. Envases

 

En los últimos años se han desarrollado envases activos e inteligentes que presentan ciertas ventajas frente a los envases tradicionales. A continuación, se describen brevemente y se menciona un ejemplo para cada uno de ellos.

De acuerdo al Reglamento 1935/2004 “Materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos” los envases activos son aquellos materiales cuyo objetivo es mantener o mejorar el estado de los alimentos o alargar el tiempo de conservación. Estos envases incorporan componentes que transfieren alguna sustancia al alimento, puede ser que absorban algún componente como por ejemplo el oxígeno, o también puede añadir algún tipo de compuesto como por ejemplo compuestos antioxidantes o conservantes. 

En el mercado hay numerosos envases que contienen atmósferas modificadas. Son atmosferas con una composición diferente al aire. Habitualmente se emplean gases como el nitrógeno, dióxido de carbono y oxígeno. Se emplean en el envasado de frutas, verduras, productos cárnicos, pescados o en comidas preparadas. El objetivo es emplear una composición adecuada de gases que evite el deterioro del producto envasado. En la imagen se muestran filetes de pescado envasados en atmósferas modificadas.

Según el Reglamento 1935/2004 “Materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos” los envases inteligentes son aquellos que controlan el estado de los alimentos envasados o el entorno en el que se encuentra el alimento. Un ejemplo de envase inteligente son aquellos envases en los cuales se puede saber si el producto ha mantenido la cadena de frio en todo momento. Para ello habitualmente se emplean sensores en los que hay un cambio de color, de tal forma que el consumidor puede saber de forma sencilla si el producto está en un estado adecuado para su consumo.

Un ejemplo de envase inteligente es el que se muestra en la imagen de abajo. Este envase tiene un sensor (ripeSense) que cambia de color al reaccionar con el aroma que libera la fruta cuando madura. El sensor al principio es de color rojo, lo cual significa que la fruta todavía se puede conservar por más tiempo y está crujiente. Conforme pasan los días la fruta va madurando y el sensor cambia de color poco a poco. Cuando el sensor se pone de color naranja la fruta está firme y finalmente cuando el sensor se pone amarillo la fruta está jugosa. De esta manera los consumidores pueden saber cual es el mejor momento para consumir la fruta de acuerdo a sus gustos y también pueden saber cuantos días se conserva de forma adecuada la fruta.