Historia de la Ciencia en Europa_Tarea 2-Análisis de un fracaso (clase 3)

Con la llegada de la República se abordó el problema de pesos y medidas, apostando por un sistema homogéneo y por otro lado, también se quería romper con el régimen antiguo, cargado de connotaciones religiosas, proponiendo el uso de un nuevo calendario. Hasta ese momento en cada ciudad se utilizaba una medida distinta, para conseguir unificar las medidas se quería tener en cuenta el cosmos y su comportamiento. Un sistema homogéneo de pesos y medidas protegía a los vasallos, y evitaba los fraudes en el comercio. En 1979 se realizaron los prototipos del metro y el kilo, los cuales se publicaron y distribuyeron por toda Francia y después, más lentamente por Europa.

Pero no fue esta la única preocupación de la República, también querían implantar un calendario republicano. El calendario vigente hasta ese momento era el Gregoriano, que estaba lleno de connotaciones religiosas y monárquicas. El año se reemplazó por el número de años transcurridos desde la implantación de la Revolución. Querían dividir el año en 12 meses, y cada mes en 30 días, cada semana estaba constituido por 10 días las cuales se denominaban décades, influenciados por el matemático Romme. Al final de cada año se añadían 5 días para adecuarse al año solar. Este calendario se implantó en 1793. Además del calendario querían modificar las horas, en vez de dividir el día en 24 horas querían basarse en el sistema decimal. En el caso de las horas, no tuvo mucho éxito aunque en algunas colecciones o museos aún se pueden ver relojes decimales, pero la imposibilidad de sustituir todos los relojes de la Republica y las costumbre hicieron que esta fracasase.

Respecto al calendario Gregoriano, la nueva propuesta presentaba ciertas dificultades. Una de ellas era la dificultad para calcular los equinoccios para los años bisiestos. Otro de los problemas es que el pueblo llano no llegó a aceptar este calendario, sobre todo lo adoptaron en la administración, la razón de ello puede ser que estuviesen ya acostumbrados al calendario antiguo y el hecho de que con el nuevo solo podían descansar un día de 10, mientras que con el Gregoriano podían descansar un día de 7.  Por otro lado, desde el punto de vista del comercio y otras actividades internacionales, el nuevo calendario suponía un problema, ya que los franceses deberían de seguir usando el calendario Gregoriano para comunicarse con ellos. Estas razones llevaron a que en 1805 se adoptara el calendario Gregoriano. Por último, el calendario se tiene que regir por un ciclo largo que coincida con el ciclo solar, el año, y un ciclo corto, que coincida con el ciclo lunar, la semana o el mes. El nuevo calendario no cuadraba con el ciclo lunar lo que complicaba el trabajo de agrícolas y ganaderos que se guiaban por el ciclo lunar.